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Autores: Farrell M., Waibel F.W.A., Carrera I., et al. Artículo recomendado y traducido por Marta Soler, Editora Asociada en la especialidad de Diagnóstico por Imagen. Tipo de estudio Objetivos del estudio Diseño y resultados principales Serie de casos clínicos Conclusión/discusión Grado de medicina basada en la evidencia Autores: Sell Ferreira T., Roldán Villalobos W., Cunningham Gmyterco V., Simões Fonseca D., Rodrigues de Farias M. Artículo recomendado y traducido por Laura Ordeix, Editora Asociada en la especialidad de Dermatología. Tipo de estudio Objetivos del estudio Diseño y resultados principales Conclusión/Discusión Grado de medicina basado en la evidencia Autores: Repyak K., Atiee G., Cook A., Bryan L., Gremillion C. Artículo recomendado y traducido por Maria Dolores Tabar, Editora Asociada en la especialidad de Medicina interna. Tipo de estudio Objetivos del estudio Diseño y resultados principales Conclusión/discusión Grado de medicina basada en la evidenciaMusculoskeletal adverse events in dogs receiving bedinvetmab (Librela™)
Publicado en: Frontiers in Veterinary Science
Año: 2025
Número: 12
Estudio retrospectivo, multicéntrico, con diseño mixto: análisis de casos y controles (con base en farmacovigilancia europea) y análisis de serie de casos clínicos con revisión por panel de expertos.
- Análisis de farmacovigilancia: se analizaron más de 4.700 informes de EA-ME registrados en la base de datos EudraVigilance de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) entre 2004 y 2024. Se compararon los informes relacionados con Librela™ frente a Rimadyl®, Metacam®, Previcox®, Onsior®, Galliprant® y Daxocox®. Tras exclusiones por diagnósticos neurológicos o sistémicos confusos, se incluyeron 878 casos, de los cuales un 90% estaban asociados a Librela™.
Se revisaron 19 perros con sospecha de efectos musculoesqueléticos graves tras la administración de Librela™. Un panel independiente de 18 expertos evaluó los hallazgos clínicos, radiológicos e histopatológicos: el 68% de los casos fue considerado como “muy sospechoso” de estar relacionado causalmente con bedinvetmab; el 37% de los perros desarrolló fracturas patológicas, y el 10% presentó luxaciones articulares. En varios casos se observaron lesiones destructivas articulares severas en articulaciones previamente normales.
Evidencia de grado III. El estudio se basa en datos retrospectivos de farmacovigilancia y una serie de casos clínicos analizados por un panel de expertos, sin control prospectivo.Evaluation of oclacitinib maleate and prednisolone combined therapy for the control of atopic dermatitis in dogs: a controlled clinical trial
Revista: Veterinary Dermatology
Año: 2025
Número: 36:177-185
Ensayo clínico aleatorizado y controlado.
La dermatitis atópica canina (DAC) es una enfermedad dermatológica crónica, pruriginosa y de carácter progresivo, que requiere un abordaje terapéutico multimodal. En una fase reactiva del tratamiento suelen ser necesarias terapias antiinflamatorias y antipruriginosas. La complejidad y el elevado coste de los tratamientos disponibles pueden comprometer la calidad de vida de los tutores y dificultar la implementación y el mantenimiento de estrategias terapéuticas proactivas a largo plazo con inmunomoduladores con menores efectos adversos. En este contexto, resulta fundamental identificar protocolos que no solo sean eficaces y seguros, sino también accesibles desde el punto de vista económico. El presente estudio tuvo como objetivo evaluar la eficacia y seguridad de la combinación de oclacitinib y prednisolona en el control clínico de la DAC.
Ensayo clínico aleatorizado y controlado de 60 días de duración. Se incluyeron 26 perros atópicos que fueron aleatoriamente divididos en dos grupos de tratamiento: el grupo 1 (n=14) recibió prednisolona (0,5 mg/kg cada 24 horas) durante 7 días. Posteriormente, se instauró un esquema de administración alternada de oclacitinib (0,5 mg/kg) y prednisolona (0,5 mg/kg), con un día de descanso entre cada fármaco, durante un período adicional de 7 semanas. El grupo control (grupo 2, n=12) recibió oclacitinib (0,5 mg/kg cada 12 horas) durante 14 días y después cada 24 horas durante 6 semanas más. Se analizaron el CADESI-04 (Canine Atopic Dermatitis Extent and Severity Index, 4th validación) y el prurito (PVAS: Pruritus Visual Analog Scale) en el momento de la inclusión (D0) y D7, D14, D30, D45 y D60. Durante cada reevaluación, se les preguntó a los tutores sobre la presencia de eventos adversos o alteraciones en la salud. Se programó la realización de un hemograma completo y análisis de bioquímica sérica —incluyendo urea, creatinina, alanina aminotransferasa (ALT), fosfatasa alcalina (ALP), proteínas totales—, así como un análisis de orina, en los días D0 y D60.
Ambos grupos mostraron reducciones significativas en los valores de CADESI y PVAS en el D7 (p < 0,001). Desde el D14 hasta el D60, los valores promedio se mantuvieron estables en comparación con el D7, sin diferencias significativas entre los grupos. Los eventos adversos registrados incluyeron dos perros con poliuria y polidipsia, y tres con polifagia en el Grupo 1, todos los cuales se resolvieron antes del día 14. En el Grupo 2, un perro presentó polifagia y dos tuvieron vómitos autolimitados. Tres perros del Grupo 1 y uno del Grupo 2 mostraron aumentos leves en las concentraciones de enzimas hepáticas.
La combinación de oclacitinib con prednisolona oral, administrados de forma espaciada e intermitente, puede representar una opción viable para el control del prurito y la inflamación en perros con DAC, especialmente en aquellos pacientes cuyos tutores presentan limitaciones económicas. Es fundamental considerar protocolos terapéuticos que sean económicamente accesibles, con el fin de universalizar el acceso a tratamientos efectivos y seguros para la DAC.
Este protocolo demostró ser eficaz y seguro para el control del prurito y la inflamación durante el período de estudio de 60 días, con resultados comparables a los de la monoterapia con oclacitinib. Sin embargo, es interesante comentar algunos aspectos del diseño del estudio. En los criterios de exclusión se contemplaron factores clínicos que pudieran sugerir una DAC moderada-grave como la presencia de liquenificación, hiperpigmentación e hiperqueratosis. De hecho, los valores medios del CADESI-04 fueron alrededor de 30 para el grupo 1 y 25 para el grupo 2, por lo que en este trabajo sólo se estudiaron perros con una DAC leve (CADESI-04 entre 11-34). De los 26 perros incluidos inicialmente, al final sólo se estudiaron 23, pues un perro en el Grupo 1 y dos en el Grupo 2 abandonaron el estudio. Al final, debido a variaciones en la disponibilidad de muestras, no todos los animales fueron sometidos a todas las pruebas analíticas en D0 y D60 para valorar de manera segura los eventos adversos. Además, es interesante comentar que en ambos grupos se observó la persistencia de prurito moderado, principalmente en las regiones interdigital, perioral y auricular. Este hecho resalta la naturaleza multimodal del tratamiento de la DAC y la necesidad de utilizar combinaciones farmacológicas. Algunos pacientes pueden beneficiarse del uso tópico de agentes antisépticos o antiinflamatorios, en combinación con terapias sistémicas, para controlar el prurito residual en regiones específicas.
Se trata de evidencia de grado I, con una calidad inicialmente alta, correspondiente a estudios con diseño clínico controlado y aleatorizado. No obstante, la calidad de la evidencia se considera moderada, dado que existe la posibilidad de que el efecto real difiera significativamente del efecto estimado en una población de perros con dermatitis atópica canina (DAC) de diferente gravedad. Esta incertidumbre se debe a limitaciones metodológicas del estudio, tales como la ausencia de enmascaramiento, una tasa considerable de pérdidas durante el seguimiento y la ausencia de un análisis por intención de tratar. Estudios futuros con un tamaño muestral mayor podrían tener un impacto significativo en la confianza sobre la estimación del efecto.Thoracic radiographic findings in cats with feline infectious peritonitis
Revista: Journal of Feline Medicine and Surgery
Año: 2025
Número: 27 (2): 1098612X24130982
Estudio retrospectivo descriptivo con 35 gatos.
Describir los hallazgos radiográficos torácicos encontrados en gatos con peritonitis infecciosa felina (PIF).
Se revisan los datos de 35 gatos diagnosticados de PIF (18 con un diagnóstico definitivo y 17 con un diagnóstico presuntivo) entre 2007 y 2022 en el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Texas, incluyendo en el estudio aquellos gatos en los que se habían hecho radiografías de tórax. Las radiografías de tórax son revisadas por un radiólogo especialista (ACVR) y un residente. En 18 de los 35 gatos se disponía de histopatología.
Se observan alteraciones en las radiografías torácicas en 32 de 35 gatos; 13 gatos con derrame pleural y 25 con patrones pulmonares anormales. Las alteraciones más comunes son la presencia de un patrón intersticial no estructurado (21/25), patrón bronquial (11/25) y alveolar (10/25). En 3 gatos se observan nódulos pulmonares, linfadenopatía esternal en 16 y cardiomegalia en 6.
Las alteraciones histopatológicas se detectan más frecuentemente en gatos con lesiones pulmonares radiológicas más severas, incluyendo edema pulmonar, pleuritis fibrinosupurativa, vasculitis histiocítica, miocarditis y linfadenitis.
Como conclusión se indica la importancia de considerar el diagnóstico de PIF en gatos con estas alteraciones radiográficas y signos clínicos sugestivos.
La peritonitis infecciosa felina es una enfermedad con alta mortalidad en gatos jóvenes, causada por un biotipo virulento del coronavirus felino (FCoV).
El diagnóstico puede ser más sencillo en las formas “húmedas” de la enfermedad que en las formas “secas”, donde no se dispone de material (efusiones) para hacer pruebas de forma no invasiva. Por tanto, confirmar el diagnóstico puede ser complicado sin disponer de una histopatología (+/- inmunohistoquímica). Por ello, en muchas ocasiones el diagnóstico es presuntivo tras descartar otros diagnósticos diferenciales y detectar hallazgos laboratoriales/signos clínicos compatibles con la enfermedad. Realizar un diagnóstico apropiado es importante dado el pronóstico de la enfermedad, y, sobre todo, con la información disponible en los últimos años de la eficacia de algunos antivirales, que deberían emplearse sólo en aquellos casos con un diagnóstico definitivo o al menos muy presuntivo.
Además de los hallazgos laboratoriales sugestivos de PIF, los hallazgos de las pruebas de imagen pueden apoyar también el diagnóstico presuntivo, y así se han descrito alteraciones sugestivas en sistema nervioso central y alteraciones en la ecografía abdominal. Además de la efusión pleural observada en formas húmedas, de forma puntual se han detectado otras alteraciones pulmonares, aunque no disponemos de mucha información al respecto. Por este motivo, este estudio es interesante porque nos aporta información acerca de otras alteraciones pulmonares que podemos detectar en gatos con PIF, y que nos deben de hacer considerar la enfermedad como posible diagnóstico diferencial.
En esta investigación, de los gatos incluidos sólo 7 presentaron signos clínicos respiratorios, quizá porque los animales no muestren signos clínicos hasta que haya un gran compromiso respiratorio. Por tanto, la radiografía debe usarse como prueba de screening no sólo en pacientes con signos respiratorios, para buscar alteraciones que aumenten nuestra sospecha de PIF, y en los que podría detectarse efusión pleural, patrones únicos o mixtos bronquiales, alveolares o intersticiales, nódulos pulmonares, linfadenopatía y/o cardiomegalia.
Evidencia de grado IV obtenida de un estudio retrospectivo clínico descriptivo.