Revista Oficial de AVEPA

Clínica Veterinaria de Pequeños Animales - Volumen 42 / Nº 3 / Septiembre 2022

¿Cuál es tu diagnóstico?

A. Díaz-González, R. Barrera-Chacón, J. Jiménez-Fragoso, A. Gutiérrez-Villalba, J.I. Cristóbal-Verdejo, F.J. Duque-Carrasco, A.B. García-Ibáñez, P. Nicolás-Barceló

Contacto: albadiazglez@gmail.com

Historia clínica

Se presenta en consulta un gato macho, entero, común Europeo, de 1 año de edad, con anorexia y vómitos de 3 días de evolución, además de estreñimiento y apatía desde el nacimiento. En la exploración física general se evidenció a la palpación dolor abdominal y contenido de consistencia compacta en abdomen caudal, ptialismo, retención de dientes deciduos, enanismo desproporcionado, baja condición corporal (2/5) y aumento de la persistencia del pliegue cutáneo. Las alteraciones observadas en la bioquímica sanguínea fueron hipertrigliceridemia (114 mg/dl; rango de referencia: 20-60 mg/dl), hipercolesterolemia (294 mg/dl; rango de referencia: 64-229 mg/dl), hiponatremia (145 mEq/l; rango de referencia: 149-163 mEq/l) e hipocalemia (3,3 mEq/l; rango de referencia: 4,10-5,40 mEq/l). En la hematología pudo observarse una leve leucocitosis debida a neutrofilia (15,31 x 103/µl; rango de referencia: 2,30-10,29 x 103/µl). Se realizaron radiografías de la cavidad abdominal en las proyecciones lateral derecha y ventrodorsal (Fig. 1).

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Figura 1

Radiografías de abdomen de un gato común Europeo de 1 año de edad. (A) Proyección lateral derecha. (B) Proyección ventrodorsal.

Describe las alteraciones radiográficas observadas

Las radiografías muestran una imagen compatible con megacolon y retención fecal grave ocupando gran parte del abdomen. Se observa retraso en el cierre de los cartílagos de crecimiento vertebrales, además las epífisis vertebrales se encuentran disminuidas de tamaño y con menor grado de osificación. Puede apreciarse disgenesia epifisaria de los cóndilos femorales y tibiales, hipoplasia de la tuberosidad tibial y de la rótula y cierre incompleto de la pelvis (Fig. 2).

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Figura 2

Mismas radiografías que en la Figura 1. Imagen compatible con megacolon y retención fecal grave ocupando gran parte del abdomen (flechas rojas). Se observa retraso en el cierre de los cartílagos de crecimiento vertebrales y las epífisis vertebrales se encuentran disminuidas de tamaño y con menor grado de osificación (flechas azules). Puede apreciarse disgenesia epifisaria de los cóndilos femorales y tibiales (flecha morada), hipoplasia de la tuberosidad tibial y de la rótula (flecha verde) y cierre incompleto de la pelvis (flecha amarilla).

¿Qué diagnósticos diferenciales se realizarán en base a estos signos radiográficos?

Los diagnósticos diferenciales para un gato en base a los hallazgos radiológicos relacionados con el megacolon incluyen megacolon idiopático; secundario a patologías neurológicas como el Síndrome de Disautonomía Felina; patologías obstructivas ocasionadas por fracturas de pelvis, cuerpos extraños, neoplasias o atresia anal; dieta inadecuada o enfermedades endocrinas como hipotiroidismo o hiposomatotropismo.1

En cuanto al cierre incompleto de las placas de crecimiento y el enanismo desproporcionado se incluyen diagnósticos diferenciales como desequilibrios nutricionales, castración temprana, shunt portosistémico, hipotiroidismo congénito e hiposomatotropismo.2

¿Es necesario realizar otras técnicas de diagnóstico por imagen o pruebas para alcanzar el diagnóstico definitivo?

En este caso el diagnóstico definitivo no se alcanzó únicamente con el examen radiográfico. Si bien la ecografía no es una técnica definitiva para el diagnóstico de este proceso, debería considerarse para descartar otras enfermedades que cursen con la sintomatología descrita. La ecografía de abdomen descartó una imagen compatible con shunt portosistémico (microhepatía, disminución de la visibilidad de vasos portales, urolitiasis y ascitis),3 además de posibles neoplasias o cuerpos extraños que pudieran ser causa de obstrucción. También podría considerarse la ecografía de la glándula tiroides, ya que se ha descrito la presencia de bocio en algunos gatos hipotiroideos.2 No obstante, a pesar de ser una técnica útil para la evaluación anatómica de la glándula, no aporta información sobre su funcionalidad.4 En este paciente la palpación no evidenció la presencia de masas tiroideas, por lo que esta prueba no se llevó a cabo, lo que no descartó por completo la enfermedad.

La Tomografía Computarizada (TC) es una herramienta adecuada y más sensible para evaluar la presencia de masas, cuerpos extraños o fracturas mal osificadas.

Se descartó el hiposomatotropismo de manera indirecta, ya que los niveles de somatomedina C (IGF-1) en sangre no estaban disminuidos (Tabla 1). 

Tabla

T4: Tiroxina T4; TSH: Hormona Estimulante del Tiroides; IGF-1: Somatomedina C. En negrita aparecen los valores fuera de rango

El resto de diagnósticos diferenciales (causas anatómicas, dietéticas o neurológicas) se excluyeron mediante la anamnesis y el examen físico y neurológico.

Comentario

Dado que uno de los posibles diagnósticos diferenciales tanto para la presencia de megacolon como para el cierre incompleto de las placas de crecimiento en un animal de 1 año de edad es una enfermedad endocrina como el hipotiroidismo congénito,1,5 las pruebas complementarias realizadas en este caso fueron la medida en sangre de la concentración de T4 y TSH (Tabla 1). En base a la disminución de T4 se diagnosticó el hipotiroidismo, ya que los niveles elevados de TSH no confirman el diagnóstico,6 además de que actualmente no existe TSH específica felina.

El hipotiroidismo congénito felino es uno de los trastornos endocrinos menos comunes en esta especie, apareciendo aproximadamente en 1 de cada 4000 gatos.4 Los principales signos clínicos descritos son enanismo desproporcionado, letargia, constipación (con o sin megacolon), retención de dientes deciduos y anomalías esqueléticas como la disgenesia epifisaria. Los primeros signos de crecimiento anormal suelen aparecer a las 8 semanas de edad.1

Los hallazgos laboratoriales descritos en felinos con esta patología son hipercolesterolemia, hiponatremia, hipercalcemia, anemia leve, azotemia y proteinuria e hiperparatiroidismo secundario a la enfermedad renal.4 En el presente paciente se halló hipercolesterolemia, debido a la disminución del metabolismo hepático y a la disminución de la excreción fecal de colesterol,5 además de leve hiponatremia. 

El tratamiento de elección es la levotiroxina sódica, a una dosis inicial de 20 µg/kg de peso corporal una vez al día. El seguimiento se realiza mediante controles rutinarios de hormonas tiroideas y una respuesta clínica favorable.5 En el presente caso se realizó el análisis de T4 libre para el seguimiento, ya que esta hormona se encuentra menos influenciada por factores no tiroideos.6

Un diagnóstico temprano y un adecuado tratamiento con levotiroxina podrían revertir los principales signos clínicos y mejorar el desarrollo esquelético, aunque pueden permanecer algunas deformaciones musculoesqueléticas.7

Tras dos meses de tratamiento, pudo observarse un aumento de la actividad, aparición de los dientes permanentes y mejoría de la sintomatología digestiva. Esta última se asoció a la presencia de megacolon, producido por hipotonía secundaria al hipotiroidismo.1

Tras un año de tratamiento, en las radiografías puede observarse el cierre completo de la pelvis, los cuerpos vertebrales de una longitud normal y las líneas de crecimiento de los huesos largos cerradas por completo (Fig. 3). Además, los valores de hormonas tiroideas se encuentran dentro de rango (Tabla 2).

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Figura 3

Radiografía en proyección lateral del abdomen y extremidades posteriores del paciente de la Figura 1 tras un año de tratamiento con levotiroxina.

Tabla

T4 = Tiroxina T4; TSH = Hormona Estimulante del Tiroides.

 

En conclusión, a pesar de la escasa incidencia de esta enfermedad, debe considerarse el hipotiroidismo congénito en el diagnóstico diferencial de patologías endocrinas felinas, sobre todo en aquellos casos que cursen con enanismo desproporcionado (Fig. 4) y estreñimiento.

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Figura 4

Imagen del paciente con hipotiroidismo congénito al año de edad. Se aprecia el enanismo desproporcionado con cara ancha, cuello corto y extremidades acortadas.

 

Fuente de financiación: este trabajo no se ha realizado con fondos comerciales, públicos o del sector privado.

Conflicto de intereses: los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

Bibliografía

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